Rusia está planeando desconectarse brevemente de internet como parte de sus preparaciones para enfrentar una posible guerra cibernética. Dicho ejercicio está previsto a realizarse antes del 1 de abril, aunque todavía no se ha establecido una fecha exacta.
La prueba hará que toda la información intercambiada por ciudadanos y organizaciones rusas a través de redes informáticas se quede dentro del país y no sea «enrutada» internacionalmente.