ONVIO le brinda al Contador Púbico un entorno único e integrado que: 

  • Reduce el tiempo de gestión
  • Automatiza el acceso a la información
  • Centraliza y ordena el intercambio de datos con los clientes
  • Está siempre actualizado
  • Brinda una solución de gestión para sus clientes PyME 

El resultado: más productividad profesional y más cercanía con el cliente. 

Las ISOS serán protagonistas, este 2019, en muchos departamentos de las principales empresas ya que los sistemas de gestión basados en estándares internaciones para el Medio Ambiente ISO 14001 o la Calidad, ISO 9001, vivirán este año su adaptación a la revisión publicada en 2015. Esto implica que, el próximo mes de septiembre, llegará el fin de la validez para los sistemas certificados con la versión anterior de estas dos normas y que, por tanto, las empresas que no hayan adaptado sus procedimientos y se hayan vuelto a auditar perderán sus certificaciones.

Básicamente, las nuevas versiones de estas dos normas introducen elementos que antes no existían, alteran su estructura -que a partir de ahora será común en todas las normas ISO de Sistemas de Gestión-, y cambia determinados procedimientos. Este es el caso, por ejemplo, de la ISO 9001:2015 que ahora ya no exige la existencia del manual de calidad, como si lo hacía anteriormente, sino documentar el alcance del sistema de gestión.

El Galaxy J6+ cuenta con una pantalla Infinity Display de 6 pulgadas y se destaca por su cámara doble de 13 y 5 megapixeles. Con sonido Dolby Atmons y una batería de 3300 mAh, el celular dispone de un procesador Qualcomm Snapdragon 425 a 1,4 GHz, 3 GB de memoria RAM y 32 GB de capacidad de almacenamiento, ampliables mediante una tarjeta microSD. El equipo ofrece el desbloqueo mediante reconocimiento facial de la cámara frontal y utiliza un sensor de huellas dactilares ubicado en la parte lateral del smartphone. Disponible en gris, negro y rojo, el Galaxy J6+ de Samsung tendrá un precio de 12.199 pesos.

Rusia está planeando desconectarse brevemente de internet como parte de sus preparaciones para enfrentar una posible guerra cibernética. Dicho ejercicio está previsto a realizarse antes del 1 de abril, aunque todavía no se ha establecido una fecha exacta.

La prueba hará que toda la información intercambiada por ciudadanos y organizaciones rusas a través de redes informáticas se quede dentro del país y no sea «enrutada» internacionalmente.